Nota de reconocimiento

San Juan de la Rambla posee un importante patrimonio arquitectónico civil y religioso, que las distintas generaciones de sus habitantes nos han legado para su contemplación y disfrute; todo ello enmarcado dentro de un entorno natural que sus moradores han sabido conservar. Este blog quiere hacerse eco de ese sentir de divulgación y popularización del patrimonio que tanto ha costado levantar y conservar a lo largo de los cinco siglos de existencia del municipio.

Casa de los Oramas de Saá



CASONAS, CASAS CON INTERÉS ARQUITECTÓNICO O HISTÓRICO

Continuamos nuestro recorrido saliendo de la Iglesia de San Juan Bautista hacia la plaza de Rosario Oramas junto a la misma. Recorremos la calle Estrecha, la Avenida, el Calvario, la calle el Paso, la de La Ladera, la Capilla de la Cruz, la calle de Antonio Oramas, la de la Alhóndiga, la de Temístocles Díaz-Llanos, la del Sol y finalizaremos en la Plaza Vieja junto de nuevo a la iglesia, con el fin de exponer y detallar aspectos interesantes de la historia de San Juan de la Rambla reflejados en sus casas y casonas.


CASA DE LOS ORAMAS DE SAÁ


Casa Oramas de Saá
Esta casa que ocupa toda una manzana, da a la Plaza Nueva, a la calle el Sol, al antiguo callejón de las Blasas y a la Plaza de Rosario Oramas junto a la Iglesia de San Juan Bautista, llama la atención por su bellísimo balcón con celosía

Ya a mitad del siglo XVI, hubo una casa de dos plantas en dicho lugar que perteneció a Catalina Hernández, viuda de Martín Rodríguez, fundador de San Juan de la Rambla que construyó la ermita de San Juan Bautista y que posteriormente se transformó en la Parroquia del mismo nombre. La heredaron los descendientes de Martín Rodríguez.
En el siglo XVII, la vivieron la familia Méndez, de origen portugués. A mediados del siglo XVIII fue adquirida y remodelada por el capitán de milicias Mateo Manuel Oramas de Saá y Meneses, la heredó su hijo Antonio Lorenzo Oramas de Saá y Meneses que la vivió hasta su muerte en 1791. De entre sus hijos, el que más la vivió fue el presbítero Bartolomé Oramas de Saá y Meneses hasta su fallecimiento en 1838, que fue capellán de la Iglesia de San Juan y notario público del Obispado.
A su muerte, la casa fue adquirida por el también presbítero Basilio Oramas Hernández que fue párroco de la iglesia entre 1840 y 1874. La heredó Oroncio Hernández Pérez que pasó a sus descendientes.
En la primera mitad del siglo XX fue dividida en dos por sus herederos y ha sufrido diversos añadidos, poco afortunados, en su parte posterior. Actualmente pertenece a tres propietarios, uno de ellos es extranjero.


Balcón en forma de ajimez cerrado por celosías y con postigos
La mayoría de la casa es de cubierta de tejas, con cornisa corrida de cantería bajo el alero. En su fachada principal, destaca el original balcón, en forma de ajimez cerrado por celosías y con postigos. 

La puerta principal es de cojinetes. Las ventanas de esta fachada tienen marco de madera bocelado, con antepecho, hojas y postigos de cojinetes con relieves geométricos; llevan cristales en la parte superior.
En su interior destaca el techo artesonado y los pisos de madera, se conserva también la antigua escalera de madera en dos tramos, con artísticos balaustres cuadrangulares y termina en la antesala en el balconcillo con balaustres cruzados.

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